Heridas y sangre...

Rei un poco.

- No veo por que no podrias hacerlo... La corte celestial no esta aqui ¿o si? - Pregunte mientras le dirigia una tentadora mirada, como insitandola a hacerlo.

No trates de cumplir tu trabajo conmigo *Me rei* No se que me pasaría si ago algo "indebido"

- No intento cumplir "mi trabajo" contigo... Solo hacia una pregunta, ya que yo no podria vivir atado como lo haces tu, lo siento si desconfias un poco... Es natural supongo, tratandose de un demonio.

Me gire en direccion contraria.

No es que desconfié se supone que el creador lo ve todo y si me ve a mi haciendo cosas que no debo...que crees que me pasaria? *Le dige bajandome de la cama y poniendo enfrente de el*

- Uhm... No lo se, nunca he estado en una situasion similar, solo hago lo que me plazca... Si te sientes segura asi esta bien.

Le dedique una sonrisa sarcastica.

Odio seguir las reglas pero no tengo opciones *Volvi a sentarme en la cama con las manos en la enagua*

Deje salir una carcajada.

- Puedo imaginármelo... pero esa es como su ley, todos los ángeles deben tener sus principios ¿No es así?

Supongo que si * Bostece y me acomode en la cama*

- Que aburrido.

Dije con tono de berrinche. En ese momento el sol toco la ventana brillando al máximo y un peculiar olor llego a mi nariz, un olor proveniente de los jardines de la academia... tan delicioso que quise investigar, podría tratarse de una nueva victima.

- Debo irme Elizabeth, espero nos veamos pronto... de verdad me agradaste.

Di la vuelta y salí de la habitación. Al llegar al pasillo corrí directo a los jardines, a averiguar de que se trataba.

Y tu a mi *Dige creyendo que no me escucho pero yo tambien deberia irme asi que tome mis cosas y me fui*